EN POCAS PALABRAS

De cómo se convirtió en Volendrina,...
Nació prematuramente en la montaña asturiana, de manos de su abuela, porque su curiosidad por conocer mundo no la dejó llegar a la capital.
Sabía leer antes de ir a la escuela, cuentan que aprendió de las etiquetas de las botellas de leche y del envase de la “nocilla” de la merienda. Tal vez de ahí viene su agradecimiento a los objetos.

Kamante Teatro fue el hogar en que creció como persona y “autriz” (término inventado por Luis Vigil para definirla como autora y actriz).
Allí comenzó a coleccionar palabras, a jugar con ellas, encontró su voz, aprendió a ver el alma que esconden los objetos, a descubrir un pájaro en un paraguas, y entonces comenzó a soñar otros mundos.

Y un día de tanto soñar,… le nacieron alas en los pies y se convirtió en “volendrina” (que es como se dice golondrina en asturiano)
Voló por Italia, Argentina, Brasil y México, lugar en el que encontró un árbol para anidar. Desde allí, como continúa siendo curiosa y soñadora, sigue buscando la poética de la sencillez y tratando de escuchar las historias que cuentan los objetos, los mismos que un día la enseñaron a leer.

De niña nunca ganó nada- ni siquiera al “cascayu” (rayuela) o un vale por otro paquete de patatas- de ahí esa cara de pez, mezcla de incredulidad e ilusión, al recoger cada uno de los Premios que llegaron después como el Premio a Mejor Actriz (Feten) por el espectáculo “¡Que viene el lobo!” o al ver su primer álbum ilustrado “Orejas de Mariposa” en los estantes de las librerías.

Quienes la conocen dicen, que aunque va para los cuarenta, aún es un poco niña, se le nota en sus ojos transparentes que jamás logró domesticar y en que sigue jugando a descubrir figuras ocultas en nubes y en las baldosas del suelo.

lunes, 27 de agosto de 2012

La Jaula

El germen de un espectáculo para adultos,…

Hace apenas unas semanas fui a un curso con Carlos Converso en Xalapa Veracruz.  Yo llevaba varios cuentos posibles para trabajar, pero me sorprendí cuando me lanzó el reto de trabajar sobre un cuento, La Jaula de Javier Villafañe. Me dijo: -Es muy “como para ti”.
Lo leí ávida para disipar la duda de qué sería muy “como para mí” y a la primera lectura me pareció muy poético, pero bastante complicado entre otras cosas por  su estructura repetitiva- ¿Seré poéticamente complicada y repetitiva? - Pensé. Y pensé muchas más cosas,… pues se trataba de una de esas historias que hasta cuando duermes te siguen rondando en la cabeza. A punto estuve de quedarme en mi espacio de confort (si es que existe eso en la creación)  pero un reto es un reto y al día siguiente cambié mis planes y decidí trabajar sobre La Jaula.
Poco a poco el cuento fue quedando como pretexto y al ir profundizando llegué a Alejandra Pizarnik. Su vida tenía mucho que ver con mi personaje y una frase suya- que además tenía que ver con los pájaros- me hizo reflexionar mucho. 




Después encontré una  sugerente ilustración de Nicoletta Ceccoli que definía muy bien lo que quería contar y además, cómo me siento.
Y poco a poco (soy muy caracol) todo va encajando.




Ahora me encuentro en ese estado apasionante, absorbente y a la vez inquietante, de navegar, leer, buscar materiales, investigar, escribir,… y dar a luz un nuevo proyecto para adultos: La Jaula.
La historia de una mujer en su último día de psiquiátrico a punto de salir al mundo exterior. 
Quién sabe si más más cuerdo o más loco,...

¡Gracias Converso!


3 comentarios:

  1. También para ti Pacho, buen paseo y espero que nos veamos pronto!

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  2. Hola! no te conozco y tampoco tus cuentos....pero algo me ha llenado de alegría y emoción de tus palabras, imágenes y sueños!!! Gracias!!!!!! Buscaré hasta encontrar tus pájaros!

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